En Arqueología e Historia n.º 2: Los bajos fondos de Roma podrás encontrar: «La voz del pueblo. Clases bajas y violencia políticamente motivada en las calles de Roma» por Gregory Aldrete
Cuando terminaba la tarde del 18 de enero del 52 a. C., dos eminentes políticos romanos cruzaron sus caminos en la Via Apia. Viajando desde Roma a través de la célebre calzada marchaba Tito Anio Milón, por entonces candidato al consulado, la magistratura más alta en la Roma republicana. En sentido inverso se acercaba Publio Clodio Pulcro, que en este caso era candidato al pretorado, la siguiente magistratura en importancia en el escalafón romano. A Clodio lo escoltaban treinta esclavos armados con espadas, mientras que Milón iba acompañado de un gran séquito armado, incluyendo dos gladiadores de particular renombre.
Milón y Clodio eran enemigos políticos acérrimos, y en cuanto las hostiles bandas pasaron una junto a la otra, estalló la reyerta, se blandieron las armas y Clodio resultó gravemente herido. Fue conducido hasta una posada cercana, pero los hombres de Milón, que superaban en número a la escolta de Clodio, se hicieron pronto con él, y su ensangrentado cadáver terminó abandonado en el camino.
La República tardía fue un periodo extremadamente inestable, y los políticos recurrieron con facilidad a las masas de la plebe para ejercer presiones o sabotear elecciones. Pero el pueblo en ocasiones tenía sus propios intereses… Gregory Aldrete se pregunta de dónde surgían estas bandas y cuáles eran las pasiones e intereses que las movían. Una ilustración de Antonio Gil nos transporta a la Ostia de finales del s. II d. C., en mitad de un gran disturbio provocado por la carestía de trigo y el suministro de annona, un problema recurrente que periódicamente terminaba en graves conflictos y con la muerte de algunos de sus participantes.
Comentarios recientes