III Guerra Mundial

Una escena que alimenta la imaginación de los expertos y profetas que predicen una III Guerra Mundial. Civiles refugiados en una estación del metro de Kiev durante un bombardeo de las fuerzas Rusas el 28 de febrero de 2022. Fuente: Wikimedia Commons.

Las alegaciones de los primeros, algunos de ellos convencidos de que ya se está en el inicio de dicha guerra, pasan, generalmente, por las siguientes afirmaciones evolutivas:

  • Inicialmente, su posible realidad, estuvo presente tan sólo como un aviso, una advertencia.
  • Con el devenir de la guerra tal aviso se fue transformando en presunción factible.
  • Mas adelante, con la intervención indirecta de la OTAN, EEUU y aliados se pasó, desde la advertencia, presunción y prevención a una amenaza por parte rusa caso de proseguir creciendo la participación indirecta de apoyos a Ucrania por parte de aquellos o ante una intervención directa en territorio ucraniano.
  • Así, ahora, parece que se está más cerca de dar salto a una posible intervención rusa en Europa y por ende, desde aquel de la disuasión nuclear, a la realidad atómica (táctica y estratégica), abriendo entonces una puerta que nadie cruzará como ganador. Pasos decisivos para entrar en la III GM según sugerencia rusa.

Camino en el se está jugando con un fuego que las partes en conflicto quieren evitar según sus declaraciones, pero que, estando activo, cualquier chispa no controlada puede incendiar más allá de lo presumible.

III Guerra Mundial: el porqué de los expertos

De momento, los mimbres para concebir su realidad, el riesgo de la III GM, las razones por las que algunos afirman que estamos ya en su comienzo, están ahí:

  • Existencia de un conflicto con dos bloques internacionales definidos, de momento no intervinientes, unos en contra de Rusia (unos 40 países miembros de la ONU) y otros a su favor dispuestos, de una forma u otra, a echar leña en el fuego antes aludido.
  • El convencimiento por los bloques aludidos de que se está en una guerra, fuera del localismo ucraniano, que ninguno de ellos ni quiere ni pueden perder (lo que influirá en el tiempo de guerra), ni Rusia, ni EEUU y la OTAN, superpotencias que cuentan con el poder nuclear en el mundo.
  • La escasa aportación diplomática, por el momento, a la resolución del conflicto.
  • El aumento de la presión sobre el terreno de los contendientes, terreno ampliado por los ucranianos al suelo ruso.
  • El crecimiento de las ayudas a Ucrania, tanto en inteligencia como militares (entregas de armamento y material de todo tipo, logística, entrenamiento de fuerzas…)  y económicos.
  • La respuesta rusa (baladronada rusa para algunos) de comenzar la III Guerra Mundial y emplear armas nucleares (tácticas) si ve que continúa la llegada creciente de nuevos armamentos a las fuerzas ucranianas no cesa.
  • Y más si, a pesar de la destrucción indiscriminada sobre objetivos civiles, la victoria sobre Ucrania no termina por conseguirse.
  • El crecimiento de la desesperación de los contendientes ante la no resolución del conflicto y el alargamiento de su duración, lo que parece ineludible, con la posibilidad de que las potencias occidentales, aliadas de Ucrania, se involucren directamente.
  • Las protestas de la ciudadanía de los países europeos ante el sufrimiento de las consecuencias derivadas de la guerra y, en Rusia, por las sanciones occidentales a su economía; protestas que, en ambos casos, pueden radicalizar sus respuestas.
  • La anexión rusa mediante referéndum de los territorios ocupados de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jerson, motivo para alegar un ataque a su soberanía y, acentuando la presión sobre Ucrania, amenazar a Occidente con una respuesta nuclear, entrando entonces de lleno en la citada III GM. Amenaza asegurada por el expresidente ruso Dimitri Medvedev al afirmar que el Kremlin deberá emplear armamento nuclear contra Ucrania, si, con la colaboración de la OTAN, gana territorios a Rusia; actuación justificada por el Decreto Presidencial de Rusia que la respalda.
  • A sumar, el anuncio del aumento de las capacidades nucleares rusas ante la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN, y el reciente traslado de ojivas nucleares tácticas a Bielorrusia.
  • Así como la amenaza de una posible intervención de fuerzas de Wagner sobre Polonia desde Bielorrusia con la intención de asegurar a través del corredor de Suwalki la flota del Baltico. Acción que, caso de producirse pudiera motivar una intervención de la OTAN, lo que para los rusos provocaría el enfrentamiento abierto Rusia-OTAN abriendo entonces la posibilidad de una III Guerra Mundial.
  • Respuesta nuclear (inicialmente táctica) si aumentan las protestas internas a la guerra en Rusia, con la finalidad de terminar la guerra ruso-ucraniana cuanto antes.
  • Las consecuencias internacionales debidas a al desacuerdo actual sobre la salida por el mar del Norte del grano, fertilizantes y otros productos ucranianos.
  • Y otras especulaciones geopolíticas y geoestratégicas conducentes a la advertencia de una III GM.

Bombardeo ruso de las infraestructuras de telecomunicaciones de Kiev, 1 de marzo de 2022, durante los primeros compases de la operación militar especial/guerra en Ucrania. Fuente: Wikimedia Commons.

La opinión de los videntes

En cuanto a los segundos, los videntes, alegando que aciertan siempre sin más, tras arroparse en el conocimiento de algunos aciertos anteriores, así anunciados, entre aquellos que predicen ciertos avances tecnológicos, grandes desastres naturales, e incluso el fin del mundo y el juicio final, destacan ahora aquellos que toman como respaldo de sus predicciones el futuro posible de la guerra en Ucrania (un enfrentamiento que según algunos ya había sido anunciado), centrándose generalmente, al hilo de los acontecimientos que indudablemente aprovechan, en el anuncio, sin mas rigor que aquel de haber anunciado con acierto casual otros eventos anteriores, de la fecha y la circunstancia en la que se producirá la III GM.

Videntes y videncias (predicciones y profecías) que se agrupan según el tiempo en el que se producen las mismas buscando siempre, en todo caso, como refuerzo, la credibilidad de una parte de la sociedad, aquella que cree, que confía en ellos, en sus capacidades, y que vive en constante tensión, aterrorizada por la posibilidad de entrar en la III GM y con la posibilidad de que se abra entonces una guerra nuclear.

Así, diversos medios de comunicación, con todo respeto hacia ellos y hacia aquellos que creen en siniestras y oscuras predicciones, citan a los mismos, dándoles propaganda gratuita, bajo nombres sugerentes, atrayentes para la sociedad, nacional e internacional; nombres tales como «el nuevo Nostradamus», el «profeta británico», «el profeta de la fatalidad», el «viajero del tiempo»…

Sin embargo, como ocurre con todas las predicciones basadas en la videncia, algunas pendientes de resolución tras la muerte del vidente que las hace, resultan difíciles de apreciar si se cumplirán o no, de manera que el escepticismo suele rodear a las mismas.

A pesar de todo, los medios de comunicación recogen también el contenido más destacable de sus controvertidas predicciones, multiplicando de esa manera, como noticia, no como opinión, su posible verosimilitud:

  • Para llegar a la actualidad hay que partir de la predicción en el siglo XVI de Michel de Notre-Dame, conocido como Nostradamus, anunciando una Guerra Mundial en 2024 (por la fecha la III GM), guerra que involucrará a las potencias mundiales: EEUU, Rusia y China. Predicción basada en la interpretación posterior del siguiente versículo: “El anticristo pronto aniquila a los tres/veintisiete años de guerra sangrienta/herejes muertos, cautivos exiliados/sangre, cuerpos humanos, agua roja helada”.
  • También se ha de citar a Ursula Southeil, conocida como Madre Shipton, inglesa que profetizó en el siglo XVI que la III GM, una guerra de alcances planetarios, estallaría en Medio Oriente.
  • Wolf Messing, el «Nostradamus judío», muerto en 1974, quien afirmó que la paz mundial (tras la II GM) duraría 100 años, por lo que la III GM comenzaría en 2045.
  • Vangelia Pandeva Dimitrova, vidente y bruja búlgara, fallecida en 1996, que aseguró que el mundo sería destruido por una nueva guerra, la guerra nuclear de la III GM, la guerra de los tres siglos que cesaría en 2431 (la «vidente ciega», la «Nostradamus de los Balcanes», «Baba Vanga»).
  • Mhoni Vidente, pitonisa cubana, que predijo a fines de octubre de 2022 el inicio de la III GM, después de que una potencia militar atacara por error a otra nación con un misil.
  • Guerra que se iniciará pronto, en 2023, tras la colisión accidental de dos aviones o dos submarinos en las proximidades de Taiwán; hecho que provocaría el conflicto inicial de tal guerra con el choque entre China, Rusia y los países occidentales (el «Nuevo Nostradamus», Craig Hamilton Parker).
  • Guerra que está a punto de empezar, guerra que comenzará a finales de 2025 debido a que Rusia atacará a un país de la OTAN (el «Viajero del tiempo», Eno Alaric).
  • Luna Vila, Esmeralda Llanos y Omitie, tarotistas y videntes, al parecer muy solicitados por los rusos y ucranianos, hablan sin aportar datos sobre la III GM, y, asimismo, Verónica Serra, también tarotista, quien aporta datos en la misma dirección a través del chat en línea en común.
  • John Titor, quien asegura haber viajado en el tiempo hasta el año 2036, afirma que la III GM se iniciará en 2015 tras el ataque nuclear de Rusia a varias ciudades de EEUU, China y Europa; guerra que ganará EEUU y en la que Europa y China quedarán destruidas.
  • Aaliyah Han, el llamado «hijo de Dios», el «mensajero de Dios» o el «místico», que predijo, basándose en sus visiones, en la Biblia y distintas profecías, que la III GM comenzará entre el 13 de mayo de 2017 (el año 100 de la Virgen de Fátima) y el 13 de octubre de 2022, guerra que ganará EEUU. Y, además, dice saber que la IV GM será con piedras y lanzas.
  • Horacio Villegas, también conocido como el «mensajero de Dios», asegura que estamos a punto de iniciar la III GM.
  • Y más videntes, adivinos, que se apuntan con sus especulaciones al carro de las predicciones sobre la III GM, e incluso aquellos que llegan a predecir, barajando diversas hipótesis, quien o quienes ganarán dicha guerra y quienes serán los perdedores.

Como podemos colegir de lo expuesto, salvando predicciones antiguas que algunos creen posible que se cumplirán, y sabiendo lo obvio: que detrás de una guerra vendrá otra, en este caso una posible III GM afectando a la mayoría de los países del mundo, todos difieren en la fecha de inicio (algunos citando una fecha pasada no acertaron) y, asimismo, en las posibles causas de la misma; guerra que ahora la acercan al conflicto armado entre Rusia y Ucrania, el más visible con influencia internacional.

Unos videntes faltos, en su mayoría, de conocimientos de lo bélico, que hablan de lo recibido, tanto en sueños como en sus relaciones espirituales sobre la evolución de los acontecimientos geopolíticos y geoestratégicos.

Los presidentes Joe Biden de EEUU y Volodimir Zelenski de Ucrania en una reunión bilateral durante el G7 del 21 de mayo de 2023. Grand Prince Hotel en Hiroshima, Japón. Fuente: Wikimedia Commons.

Al final, en la obviedad de: será lo que sea, la III GM esta ahí presente, en lo que podrá ser, fruto del análisis del proceso de su posible aparición; un análisis trabajado con poco o mucho rigor intelectual por parte de los «expertos», y ahora, dejando de lado videncias antiguas, sin tal rigor desde la intuición posiblemente interesada por parte de algunos los videntes.

En todo caso, sin avanzar nada seguro, en ambos casos, y menos aún con las videncias de ahora que anuncian la III GM, nadie, de momento, alcanza a ver las posibles soluciones para tratar de evitarla.

Esa sí que sería, evitando con ella el miedo a la III Guerra Mundial, una buena videncia.

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