Pirro I, rey de Epiro entre los años 307 y 272 a. C. (intermitentemente), es recordado, entre otras cosas, por la expresión “victoria pírrica”, alusiva a aquella obtenida con mayor pérdida que el oponente. Pero su apasionante vida va mucho más allá. Llevado por la ambición y el deseo de emular a su pariente lejano, Alejandro Magno, una generación anterior a la suya, Pirro invadió el sur de Italia. Su propósito era conquistar un imperio por la fuerza de las armas, en concreto, con un ejército de dimensiones modestas pero equipado y entrenado conforme a los modelos que poco antes había empleado Alejandro Magno en Oriente, un modelo completamente diferente a aquel empleado por los pueblos de Italia. Por entonces, Roma era ya la potencia hegemónica en la península itálica y la “liberación” de los pueblos suditálicos del yugo latino fue la excusa que empleó el epirota para extender su dominio por la región. En este número se describen los sucesos desde los comienzos del reinado de Pirro hasta su abandono de Italia en dirección a Sicilia, en 278 a. C.
El Epiro antes de Pirro, por Frank Daubner (Universität Trier)
La agreste región de Epiro, en el noroeste de Grecia, experimentó una historia muy distinta a la del resto de las regiones de Grecia. Sus condiciones ambientales, lejanía de las grandes ciudades y vecindad con pueblos “bárbaros” hicieron del Epiro un lugar que, aun siendo griego, mantenía importantes diferencias con el resto del mundo griego. Por otro lado, su proximidad, en todos los aspectos, con Macedonia, tendrá una inmensa influencia en la configuración política de esta región. Todos estos elementos son analizados por el profesor Daubner en este artículo, lo que nos brinda una imprescindible introducción a la región y sus circunstancias con anterioridad al reinado de nuestro protagonista: Pirro.
Una juventud azarosa (318 a. C.-281 a. C) por Federico Russo (Universität Wien)
La vida y reinado de Pirro de Epiro está jalonada de alianzas y guerras, casamientos y traiciones con el resto de reyes y sus familias, en particular con los diádocos (sucesores de Alejandro Magno). En suma, una vida repleta de aventuras y desventuras en un mundo turbulento: aquel de las competiciones constantes entre los sucesores de Alejandro Magno.
El ejército de Pirro, por Nicholas Sekunda
Justino refiere (XXV.5.4-6) acerca de Pirro que “tal era su conocimiento del arte de la guerra que se mantuvo prácticamente invicto a lo largo de su vida”, y sin embargo, para la mayoría de los idiomas de la Europa moderna la expresión “victoria pírrica” alude a aquella ganada a un gran precio. El reputado especialista en la materia, N. Sekunda, analiza aquí las características principales de este ejército tan complejo y heterogéneo, al tiempo que eficaz y difícil de manejar, como el de Pirro.
La batalla de Heraclea por Michael J. Taylor (Santa Clara University)
De las tres grandes batallas que lidiaron los romanos con Pirro, Heraclea fue la primera, le seguirían Ásculo y Benevento. En la primera, tras una reñida pugna, Pirro supo imponerse a las legiones del Lacio. El profesor Taylor desgrana los pormenores de esta apasionante batalla, y las razones de la victoria del epirota.
Pirro de Epiro y el campamento militar romano por Fernando Quesada Sanz (Universidad Autónoma de Madrid)
Tradicionalmente se considera que el campamento romano era superior, tanto en organización interna como en defensas, al de sus homólogos griegos. El profesor Quesada matiza este extremo y señala, además, que el campamento romano se desarrolló precisamente como imitación del griego, que conocería probablemente a través de su contacto con los ejércitos de Pirro.
¿Victoria pírrica? La batalla de Ásculo, por Alberto Pérez Rubio (Universidad Autónoma de Madrid)
La batalla de Ásculo ha pasado a la historia como una victoria de Pirro, aunque a gran coste (lo que diera lugar a la expresión “victoria pírrica”). Sin embargo, las fuentes no son del todo consistentes y un análisis detallado de ellas nos permite sospechar que lo que realmente ocurriera no fuera una victoria de Pirro sino una batalla terminada en tablas. Alberto Pérez Rubio analiza con detalle todos esos indicios y nos ofrece un pormenorizado estudio de esta batalla.
Ásculo y el problema de las fuentes, por Pierre Juhel
Conocemos la batalla de Ásculo merced fundamentalmente a dos autores clásicos: Dionisio de Halicarnaso y Plutarco. Sin embargo, sus descripciones difieren casi por completo, lo que casi conduce a los especialistas a una situación de desesperación. Pierre Juhel, reputado especialista en la materia, nos ofrece una solución convincente a la inconsistencia de las fuentes.
La coraza de Pirro, por Raimon Graells (Römisch-Germanisches Zentralmuseum)
En la batalla de Heraclea, un soldado enemigo identificó a Pirro por su armadura, de un color azulado brillante, muy sorprendente. A continuación se abalanzó contra el rey y casi acaba con su vida. Este llamativo episodio sirve al autor de pretexto para analizar las armaduras empleadas en el Epiro en el periodo, desde un punto de vista arqueológico y literario.
Y además, introduciendo el n.º 44: Bertrand Du Guesclin y la lucha por el trono de Castilla, por Alejando Martínez Giralt
El condestable de Francia Bertrand du Guesclin es conocido en España por ser quien ayudó a Enrique de Trastámarta a asesinar a su hermano, Pedro I de Castilla, apodado el Cruel (año 1369). En este artículo se analiza la vida del personaje y las razones que le llevaron a él y a otros muchos combatientes ingleses y franceses a participar en la Guerra Civil Castellana.