periodo de Vendel

La circulación de bienes de lujo hacia la región central de la actual Suecia durante la era de las migraciones gozó de una notable importancia. Entre los objetos más frecuentes se encuentran algunos fabricados en oro como los bracteatos, piezas de joyería de gran valor material y simbólico elaboradas en Germania entre los siglos V y VII. En el anverso de estos medallones es frecuente encontrar representaciones iconográficas procedentes de la mitología nórdica –quizá destacando su uso como amuletos de protección–, y algunas de ellas incluyen incluso inscripciones rúnicas en alfabeto antiguo. Se ha argumentado también su uso político en la diplomacia y la celebración de grandes festines que incluían el establecimiento y la renovación de los lazos de lealtad. En el periodo de Vendel –y principalmente en la región de Gotland–, se produjeron algunos bracteatos tardíos, generalmente de inferior calidad, fabricados en plata o bronce, y caracterizados por la representación de animales dispuestos en trisquele. La de la imagen es una copia del bracteato de Viglunda, hallado fuera de contexto (Skånings, Suecia). © Wikimedia Commons / CC BY-SA 3.0 / Gunnar Creutz

Existe todavía una tendencia, especialmente patente en la cultura popular, de presentar a las sociedades vikingas como constelaciones pseudoprimitivas que gradualmente se fueron civilizando a través del contacto con el mundo cristiano. El discurso tradicional sostiene que los vikingos empezaron a descubrir las distintas partes de Europa a medida que iban saqueando en occidente o comenzaron a seguir los ríos rusos hasta las fronteras de Asia y el imperio Bizantino. Sin embargo, incluso entre las sociedades previkingas existieron contactos regulares con otras regiones a lo largo del mar del Norte, el Báltico y más allá. Los objetos de lugares tan lejanos como Asia o África eran muy apreciados y se estaba muy al tanto de la existencia de los principales reinos de Europa.

El periodo Vendel: Escandinavia antes de los vikingos

El periodo que antecede a la Era Vikinga en Escandinavia tiene distintos nombres. Los suecos lo llaman el periodo de Vendel, partiendo de una conocida necrópolis; los daneses, por su parte, lo conocían como el Germánico tardío; mientras que los noruegos lo denominaban el periodo Merovingio. En Suecia, esta etapa es especialmente conocida por los magníficos enterramientos en barco que la caracterizan, en especial de los procedentes de Vendel, que dan nombre al periodo. En ellos, ricos guerreros fueron enterrados junto con panoplias completas, objetos domésticos y gran cantidad y variedad de animales como caballos, perros, halcones y búhos para la caza o ganado; símbolos de riqueza y bienestar. Las tumbas suponen una magnífica evidencia para el conocimiento de la cultura material del periodo y fueron las antecesoras de los posteriores enterramientos en barco vikingos, incluso es posible que sirvieran de inspiración para las aún más famosas tumbas en barco de Noruega.

Pero las tumbas en barco no son muy numerosas en el periodo de Vendel y, la mayoría de ellas, han sido halladas a lo largo de la cuenca del río Fyris, en la Suecia central. Por el contrario, más del 99% de las personas enterradas en Escandinavia eran incineradas, lo que supone que sus restos sean muy fragmentarios o aparezcan derretidos como resultado del calor de la pira. Así eran la inmensa mayoría de los enterramientos del periodo de Vendel hallados hasta hace poco y, durante mucho tiempo, los arqueólogos apenas hallaron restos de asentamientos correspondientes a esta etapa pero, afortunadamente, esta situación ha cambiado en fechas recientes.

periodo de vendel era vikinga

Entre los suntuosos objetos de los ajuares hallados en las tumbas del periodo de Vendel probablemente el más llamativo y característico fuera el casco, que suele acompañarse de complejas representaciones figuradas que incluyen figuras humanas y, sobre todo, una fuerte presencia de animales salvajes, como ocurre en los cascos de Vendel, Valsgärde, Torslunda y Sutton Hoo. En la imagen de arriba, uno de los cascos hallados en las sepulturas de VENDEL, que muestra un ave protegiendo el frontal del casco y conformando la cresta. Entre los motivos iconográficos típicos, es frecuente que aparezcan representados tres tipos de animales considerados como guías espirituales en el chamanismo nórdico: la serpiente, que simboliza la sabiduría del inframundo, el pájaro, que lo percibe todo desde el aire, y los grandes animales, que protegen al guerrero en su tránsito al otro mundo. Entre los motivos iconográficos de los cascos, también son frecuentes las placas ornamentales representando escenas míticas e incluyendo seres híbridos, como el “guerrero-lobo”, o a hombres vestidos con pieles de jabalí o con cascos rematados con crestas representando jabalíes o aves de presa. En las imágenes superiores vemos detalles de dos placas de bronce, una procedente del casco de Torslunda (izquierda; con un guerrero luchando contra dos osos) y la otra de los cascos de Vendel (derecha), que acaso represente a Odín acompañado de sus cuervos Hugin (“pensamiento”) y Munin (“memoria”). © Wikimedia commons / CC BY-SA 3.0 / Berig

El periodo de Vendel tradicionalmente sitúa su comienzo en torno al año 550 y termina algunas décadas antes del 800. Su arranque, pues, se produce en un momento en el que muchas regiones europeas viven acontecimientos dinámicos y turbulentos que tienen efecto sobre las poblaciones del norte. Sin embargo, los cambios en el escenario europeo probablemente tuvieron un efecto distinto en las distintas regiones de Escandinavia en función de sus conexiones con el mundo exterior. Por razones naturales, y al igual que ocurre en el presente, Dinamarca y Noruega tenían mayor contacto con las gentes del mar del Norte, mientras que los suecos interactuaban más con las gentes del Báltico o las regiones orientales. En el caso que nos ocupa, fue la sociedad sueca la que vivió la mayor transformación.

En la turbulenta etapa de la Era de las Migraciones [N. del E.: en Noruega y Suecia comprende grosso modo entre el 400 y el 550 d. C. y toma su nombre de las invasiones bárbaras sobre el desarticulado imperio Romano, con los ulteriores movimientos de población como resultado de estas] los escandinavos del este tenían ya contactos con la Europa oriental. Existen numerosos hallazgos de vasos de vidrio importados y otros objetos procedentes de lugares tan remotos como el mar Negro que así lo certifican. Muchas monedas romanas de oro halladas, particularmente, en las islas de Gotland y Öland sugieren que los guerreros escandinavos también participaron en los saqueos que tuvieron lugar en la etapa tardía del imperio Romano. Pero la llegada de materiales orientales cesó rápidamente en torno al año 550, coincidiendo con el último gran evento acaecido durante la Era de las Migraciones. Los ávaros llegaron con el tiempo a amenazar la mismísima Constantinopla (véase Barbarii ad portas. El sitio ávaro-sasánida del 626” en Desperta Ferro Antigua y Medieval n.º 4) e impulsaron a otros pueblos a emigrar. Así, por ejemplo, la confederación lombarda se desplazó hacia el norte de Italia, donde constituyó un nuevo reino. Estos sucesos también incentivaron una gran migración de gentes de lengua eslava que se asentaron en la costa meridional del Báltico, en los territorios que hoy ocupan Polonia y Alemania oriental; todo ello supuso probablemente que las redes de intercambio en el Báltico se alteraran, causando a los escandinavos algunos problemas para continuar con su comercio oriental. En tales condiciones, parece que estos comenzaron a mirar cada vez con más insistencia hacia la región del mar del Norte y otros territorios de la Europa occidental que parecían más estables, puesto que los reinos merovingios, visigodos y anglosajones se encontraban en expansión y bien asentados. Culturalmente, se vive una etapa muy interesante que supone la occidentalización del arte, las importaciones y la expresión social en toda Escandinavia. Se trata, además, de una especie de precuela a la fuerte influencia que tendrá la cultura carolingia en Escandinavia en la Era Vikinga, unos 200 años más tarde.

Una etapa de cambios

Desde una perspectiva externa, Escandinavia ha sido a menudo considerada como una región homogénea pero, en realidad, se trata de un territorio muy diverso rodeado por el Atlántico en el Oeste y el Báltico en el Este. El clima y la vegetación de la parte meridional son parecidos a los de las regiones centroeuropeas, mientras que en el norte el clima es ártico. La mayoría de las gentes hablaban dialectos de una lengua germánica pero, geográficamente, los dialectos fino-ugrios eran los dominantes en una región igual de extensa en el norte menos poblado. Se trata de la lengua que usaron los ancestros de las poblaciones sami [N. del E.: en ocasiones, a pesar de ser menos acertado, también conocidos como lapones].

La economía básica de estas sociedades ha sido durante milenios la granja, la pesca y la caza, aunque se observan importantes signos de cambio en la sociedad posterior al 550, que comprenden desde grandes innovaciones técnicas hasta cambios radicales en los patrones de asentamiento, el surgimiento de una nueva élite y un profundo incremento en la importación de bienes de lujo y materias primas.

Este proceso es mucho más evidente en la Suecia central, donde las numerosas investigaciones en necrópolis y asentamientos facilitan la observación de estos cambios. Esta área en particular es particularmente joven, puesto que fue hundida por el hielo en la última glaciación. Cuando resurgió la tierra, algunas franjas de tierra fértil expuestas al mar fueron gradualmente colonizadas. Los valles estaban ya densamente poblados desde la Primera Edad del Hierro y se reorganizaron completamente en el siglo VI d. C., cuando las viejas granjas dispersas fueron abandonadas. Sin embargo, lo hicieron para concentrarse en posiciones elevadas respecto al paisaje, permaneciendo allí sus restos hasta nuestros días. Se trata, pues, de una reforma del territorio a gran escala que aún hoy día no tiene una explicación completamente satisfactoria. Algunos investigadores lo relacionan con un periodo de frío intenso que aconteció en torno al 536, mientras que otros creen que se trata de un proceso más largo y complejo.

En cualquier caso, esta gran reorganización de las granjas parece coincidir con un deseo por parte de las gentes que ocupaban el territorio de expresar su estatus de un modo mucho más visible. Es un periodo en el que la élite construye grandes túmulos funerarios tras la incineración en inmensas piras funerarias de toneladas de carne humana y animal que se consumían al fuego. Algunos, por el contrario, prefirieron no ser incinerados y fueron enterrados en grandes barcos. Así, estas gentes expresaban no solo su estatus individual a través de las armas y las joyas que los acompañaban, sino también añadiendo animales, caballos y equipamiento de cocina o herramientas en una cámara funeraria o en una enorme pira. Es muy posible que también la clase media les siguiera en este tipo de prácticas. En la mayoría de los hallazgos en necrópolis se documentan personas enterradas –tanto hombres como mujeres– acompañados por un caballo, perros y algunas ovejas, cabras o cerdos.

El lugar en el que es más evidente esta nueva era es en Gamla Uppsala, donde sus dirigentes construyeron, durante cerca de cien años, enormes túmulos funerarios para albergar sus restos. Esta temprana dinastía real se convirtió en legendaria y sus hombres eran llamados en la Era Vikinga los Ynglingar, reyes míticos que remontaban su linaje hasta el mismísimo dios Frey. Los aristócratas de este lugar no solo construyeron grandes tumbas, sino que también invirtieron en sus palacios señoriales. Del mismo modo que con los túmulos, tenían la intención de hacer sus casas más visibles en el terreno, de modo que edificaron grandes terrazas artificiales donde ubicarlas. Las mayores mansiones, que se han documentado, en Gamla Uppsala (Suecia) y Lejre (Dinamarca), cubren grandes extensiones de terreno e incluyen distintos edificios que albergan las residencias de los dirigentes, talleres para herreros, joyeros y otros artesanos y edificios especiales para el culto, además de la infraestructura necesaria para el mantenimiento logístico de estos protopalacios. Sus edificios más prominentes eran los espaciosos halls usados para las ceremonias oficiales y los grandes festines. Eran mucho más grandes que muchos edificios medievales posteriores construidos en piedra y, en este caso, se edificaban con madera. Los únicos restos bien visibles en la actualidad corresponden a sus terrazas construidas con tierra amontonada.

periodo de vendel era vikinga

La expresión de la pujanza de las élites en el periodo de Vendel se muestra especialmente destacada en el terreno funerario, visiblemente anunciado mediante la construcción de grandes túmulos que se alzan sobre el terreno. En la fotografía, vista de los túmulos de Valsgärde (Uppland, Suecia), localizados y excavados en los años veinte del pasado siglo. © Wikimedia Commons / CC BY-SA 3.0 / Johan Anund

El surgimiento de este nuevo patrón de asentamiento para las élites vino de la mano de algunos importantes cambios tecnológicos. El más evidente de ellos es el incremento en el uso del hierro, cuya producción en las regiones boscosas vive un importante auge que tiene claro reflejo en los asentamientos y las necrópolis. En las etapas iniciales de la Edad del Hierro era frecuente que prácticamente todo el hierro se reciclara, pero en el periodo de Vendel asistimos a un comportamiento distinto, en el que las gentes comenzaban a desechar algunos restos, ahora más baratos, o los amortizaban en sus tumbas. Parece ser que este excedente en hierro generó un cierto deseo de experimentación. Las hachas de carpintero serían más grandes, se construyeron grandes calderos de hierro y se añadieron elaborados ornamentos a los escudos. Es probable que no sea una coincidencia que los primeros enterramientos en barcos construidos mediante la técnica del tingladillo –que suponen que el casco está compuesto mediante tablones solapados y remachados conjuntamente– correspondan al periodo de Vendel. De hecho, esta es una técnica percibida como característica de la arquitectura naval vikinga y conocida desde el Bajo Imperio romano, pero es en el periodo de Vendel cuando se generaliza su uso.

Hace un tiempo se concebía este periodo como algo pobre, en parte por la escasez de objetos de oro que circulaban con mayor frecuencia en el periodo romano y la Era de las Migraciones. Sin embargo, parece que el comercio del oro disminuyó en todo el territorio europeo, mientras en cambio otras importaciones se multiplicaron. Así ocurre por ejemplo con el vidrio, las cuentas de collar, los metales y los tejidos de lugares tan distantes como la India o el mar Rojo. La mayoría de las importaciones de bienes de lujo, al igual que ocurre con el vidrio para la producción de abalorios, llegó probablemente a Escandinavia desde la región del mar del Norte, mientras que algunos productos mediterráneos lo hicieron a través de las rutas comerciales de las actuales costas francesa, italiana o incluso española y portuguesa. En cambio, los productos escandinavos son bastante raros en la Europa occidental, probablemente porque en muchos casos se trataba de materias primas como pieles, hierro o animales vivos de gran valor, como los halcones, pero no de objetos manufacturados. Existe una gran excepción a esta regla en la forma de un lujoso casco y un escudo escandinavos hallados en el barco funerario de Sutton Hoo, en Inglaterra. Estos objetos sugieren que este señor o bien tenía un antepasado escandinavo, o bien recibió las armas como regalo diplomático. En cualquier caso, tanto las importaciones como las exportaciones muestran que los vikingos saquearon en Occidente aquellas regiones con las que sus antepasados habían comerciado.

Un detalle característico del mundo vikingo son los montones de plata y abalorios orientales que fluyeron hacia Escandinavia, especialmente desde Oriente Medio. Buena parte de ellos llegaban a través de los ríos rusos como resultado del comercio vikingo con los califas abasíes, una nueva superpotencia con base en Bagdad cuyos comerciantes llegaron hasta lugares como Mozambique o las regiones árticas de Escandinavia. Sin embargo, no es fácil encontrar importaciones orientales de Rusia, Polonia o más allá en la Escandinavia del periodo de Vendel. Existen algunos materiales procedentes del área bizantina o Egipto, pero estos objetos también podrían haber llegado desde el oeste. En cambio, sí detectamos fuertes evidencias de la presencia escandinava y la interacción con regiones como Finlandia o los países bálticos. Así, algunas tumbas halladas en las actuales Estonia y Letonia indican incluso la existencia de asentamientos con población procedente de la Suecia central o la isla de Gotland.

periodo de vendel era vikinga

Plano de 1850 mostrando los llamados túmulos reales de Gamla Uppsala (colección del Museum Gustavianum de Uppsala). De entre ellos destacan especialmente tres, fechados en torno a los siglos VI y VII, que se cuentan entre más grandes de Escandinavia y que fueron por entonces denominados a partir de los principales dioses del panteón nórdico (Odín, Thor y Frey) cuyo culto situó el famoso relato de Adam de Bremen en el templo que había en esta localidad. A la derecha se observa la iglesia del siglo XII junto a una plataforma artificial, el Tingshögen (“montículo del Thing”). Las excavaciones realizadas desde 2011 en el sector situado al norte de la iglesia, han permitido localizar hasta tres terrazas artificiales más, sobre las que se habían construido edificios de gran tamaño que conformaban un gran complejo señorial datado desde finales del siglo VI hasta el siglo VIII.

Las evidencias de la guerra en el periodo de Vendel han sido durante mucho tiempo bastante modestas en comparación con las de la Era Vikinga, pero sabemos que la práctica marcial era algo muy valorado por las sociedades de este momento y así lo vemos reflejado en los ritos, el arte y, por supuesto, en los ajuares funerarios. Hace algunos años, sin embargo, tuvo lugar un importante hallazgo relacionado con este aspecto. Los arqueólogos estonios descubrieron dos barcos funerarios en la isla de Saaremaa, ambos construidos al estilo de los barcos funerarios de la Suecia oriental, pero, en este caso, en vez de contener un solo individuo, cada una de ellas albergaba los cuerpos de varios guerreros enterrados en torno al 750, unos cincuenta años antes de las primeras incursiones vikingas en Bretaña. Los materiales y el análisis antropológico indicaban que los guerreros procedían de la misma región en la que estos enterramientos en barco eran características: la Suecia central en torno a Uppsala. Por tanto, los guerreros de Salme formaban sin duda parte de una expedición militar a Saaremaa. Algunos de ellos incluso conservaban evidencias de heridas de guerra que probablemente causaron su muerte. En contra de lo habitual en otros hallazgos recientes de fosas comunes vikingas en Inglaterra, estos enterramientos no muestran signos de corresponder a una partida militar derrotada o de que sus tumbas hubieran sido construidas apresuradamente. Uno de los barcos estaba desafortunadamente dañado parcialmente, pero en el otro se hallaron treintaicuatro guerreros ocupantes cubiertos por escudos y con sus armas colocadas a un lado, al modo de los barcos funerarios normales. No sabemos si este ejército o partida militar se quedó en Saaremaa mucho tiempo, pero está claro que no tenían prisa por irse y se tomaron su tiempo para enterrar a sus muertos como correspondía.

Recapitulación

El periodo de Vendel es bastante desconocido fuera de Escandinavia, a excepción de los cascos habitualmente representados (a menudo erróneamente denominados “cascos vikingos”) y de armas halladas en los barcos funerarios. En este artículo hemos tratado de mostrar cómo algunos de los rasgos tenidos por característicos del periodo vikingo son en realidad muy anteriores. La Escandinavia del periodo de Vendel contaba con sociedades bien organizadas y tecnológicamente bien preparadas para llevar a cabo empresas más allá de las fronteras de Escandinavia.

Quizá lo que más separa los periodos Vendel y Vikingo sea que los primeros vikingos creyeron que podrían realizar incursiones en regiones que conocían a través del comercio y anteriores estancias. Pero la expansión vikinga coincidió con un fuerte incremento del comercio en todo el mundo antiguo y generó una gran demanda de bienes comerciales escandinavos, incluyendo esclavos. Probablemente una de las razones que incentivaron la expansión y la guerra entre los vikingos fuera la necesidad de expandir su comercio. Una mayor demanda requiere una cierta expansión, una explotación y, a menudo, la resolución de conflictos. Así, el suministro de pieles en Escandinavia quizá resultaba insuficiente comparado con el de las grandes regiones del este, y la obtención de esclavos, oro y plata era evidentemente más fácil por la fuerza que por la vía del comercio. Pero además estaba, por supuesto, la perspectiva de obtener tierras, el bien más preciado en un mundo en el que la agricultura constituía el principal modo de vida.

Bibliografía

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John Ljungkvist es doctor en Arqueología y actualmente trabaja como investigador en la Universidad de Uppsala. Ha escrito numerosos trabajos acerca de las sociedades de la Era de las Migraciones, el periodo de Vendel y la época vikinga, en especial en temas relacionados con el mundo funerario, la importación de objetos y los principales centros de poder. Ha dirigido durante años proyectos de excavación en Gamla Uppsala y otros sitios, y durante los próximos diez años participará como codirector del proyecto Viking phenomenon, encabezado por el profesor Neil Price. En relación a ello, dirige actualmente las investigaciones sobre los barcos funerarios de Valsgärde. También es CEO de Disir productions Ltd, que trabaja en la realidad aumentada y las aplicaciones VR en emplazamientos históricos.

Este artículo apareció publicado en el Desperta Ferro Arqueología e Historia n.º 12 como adelanto del siguiente número, el Desperta Ferro Arqueología e Historia n.º 13: El mundo vikingo.

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