Farnesio en Francia

Desperta Ferro Historia Moderna

n.º 22
Junio 2016
Alejandro Farnesio en Francia
7€IVA incluido

El siglo XVI fue una centuria plagada de conflictos y de extremismos religiosos que desangraron al Viejo Continente. La Monarquía Hispánica se erigió en la campeona del catolicismo en guerra con los protestantes. Esa fue la razón de la intervención de Alejandro Farnesio en Francia. El hugonote Enrique de Borbón se vio obligado a enfrentarse al gobernador general de Flandes, uno de los mejores militares de los últimos treinta años del siglo XVI, quien en las dos expediciones que capitaneó en el Reino de Francia dejó patentes las razones por las que era merecedor de la fama que le precedía. El enfrentamiento entre Enrique y Alejandro se convirtió en una interesante partida de ajedrez en la que se pudo observar dos concepciones de hacer la guerra totalmente opuestas. La contienda en campo abierto del bearnés y la precaución de Farnesio nos hace comprender por qué sus contemporáneos consideraban que se trataba de un auténtico combate entre titanes.

guerras de Religión

Dos rivales en tiempos de guerras de Religión. Las relaciones entre los reyes de España y Francia entre 1559 y 1590″ por Bertrand Haan, Université París-Sorbonne

Con la paz de Cateau-Cambrésis, firmada en 1559, se inició una nueva época. Tras múltiples guerras para forzar el reconocimiento de sus pretensiones territoriales y su poder, las dos grandes monarquías europeas tuvieron que enfrentarse a los nuevos desafíos propuestos por el descubrimiento de focos protestantes en Castilla y, sobre todo, por la consolidación de importantes movimientos calvinistas en Francia y en los Países Bajos.

«La situación político-militar de Flandes entre 1585 y 1590» por Antonio José Rodríguez Hernández, UNED

Alejandro Farnesio tomó las riendas de los Países Bajos en 1578, tras la prematura muerte de su primo don Juan de Austria. En muy poco tiempo demostró su capacidad diplomática al conseguir, a través de la Unión de Arrás (1579), que una parte de las provincias católicas del sur de los Países Bajos volvieran bajo la tutela de Felipe II, y durante los años siguientes emprendió el sometimiento por las armas del resto de las provincias rebeldes pues, tras el Acta de Abjuración (1581), estas habían hecho imposible la reconciliación con su soberano.

La Liga Católica francesa la Monarquía Hispánica

«La Liga Católica francesa y la Monarquía Hispánica (1585-1598)»,por Fabrice Micallef, Université Paris-Sorbonne

Esta organización fue un movimiento político y religioso que hizo su aparición en Francia en 1585, a raíz de la muerte de Francisco de Valois, duque de Anjou y hermano y heredero del rey Enrique III, quien no podía tener hijos. A la muerte de aquel el nuevo heredero de la corona resultó ser Enrique de Borbón, rey de Navarra y jefe de los protestantes franceses, lo que provocó la inquietud de los católicos más intransigentes, para los cuales la llegada de un hugonote al trono abocaba al reino a la condenación.

Alejandro de Farnesio

«Farnesio y Felipe II, estrategias contrapuestas» por Bernarndo J. García García, Universidad Complutense de Madrid y Fundación Carlos de Amberes

La correspondencia de Alejandro Farnesio con Felipe II entre 1590 y 1592 nos ofrece un testimonio excepcional de las tensiones que provocaría la decisión de emplear lo mejor del Ejército de Flandes en el socorro de la Liga Católica francesa para defender París. La intervención de Farnesio en Francia acabaría con la estrategia de recuperación de los Países Bajos emprendida por este en 1578.

Farnesio en Francia 1590

«Alejandro Farnesio frente a Enrique IV. La primera entrada en Francia (1590)» por Eduardo de Mesa Gallego, Fundación Carlos de Amberes

En 1590, siguiendo las órdenes del rey, el príncipe de Parma dirigió una expedición cuya misión consistía en auxiliar a la Liga Católica francesa en su lucha contra la facción liderada por el pretendiente al trono de Francia, Enrique de Borbón. Desde el punto de vista militar la jornada puso de manifiesto dos concepciones de hacer la guerra totalmente diferentes.

ejército francés de Enrique IV

«Enrique IV de Francia y su ejército» por Benjamin Deruelle, Université de Lille SHS-IRHIS

Cuando redactó su Gouvernement de la cavallerie légere, a primeros del siglo XVII, Giorgio Basta –gentilhombre de origen albanés nacido en Rocca, sur de Italia– ya tenía una amplia experiencia militar. Oficial proveniente de la clase de tropa, se había destacado sirviendo a los Habsburgo en Hungría, Transilvania, Países Bajos y Francia, donde había servido bajo las órdenes de Alejandro Farnesio, cuyo primer gran adversario fue Enrique IV. Para Basta, ambos hombres encarnaron el ideal del príncipe guerrero y capitán infatigable, iniciadores de las reformas militares de finales del siglo XVI.

el socorro de Rouen 1592

«La última campaña. La entrada en Francia y el socorro de Rouen (1592)» por Davide Maffi, Università di Pavia

Cuando Alejandro Farnesio abandonó Francia, en noviembre de 1590, prometió volver pronto a la cabeza de un gran ejército para poder asegurar a la liga la victoria definitiva sobre Enrique de Navarra. En realidad, los meses siguientes vieron al general italiano totalmente ocupado en restablecer la frontera septentrional de los Países Bajos leales, acosada por las continuas ofensivas del ejército de Mauricio de Nassau, que había aprovechado la ausencia del general católico durante la campaña anterior para recuperar parte del terreno perdido desde 1578, sitiando y tomando unas cuantas plazas, en particular la de Breda, cuya pérdida había sido muy sentida.

Hicks Pachá la batalla de Shaykan

Y además, introduciendo el n.º 23: «Cuarenta mil ángeles vengadores. Hicks Pachá y la batalla de Shaykan, 1883» por Michael Asher

El relato de la lucha a muerte de la columna del Pachá Hicks con las fuerzas de el Mahdi en el bosque de Shaykan causó una gran conmoción en el mundo occidental de la época. Tras bajar a lo largo del río Nilo e internarse en las salvajes estepas del oeste de Sudán, la expedición egipcia organizada por el Pachá fue emboscada y rodeada por una fuerza de derviches mucho más numerosa, que conocía el terreno y cada movimiento de los egipcios. El enfrentamiento entre un pequeño ejército moderno y un enorme contingente de sudaneses de origen tribal, armados con lanzas y espadas, y animados por un líder religioso, se convirtió así en un símbolo de la lucha de los países dominados contra un gobierno colonial.

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