Invasión Bahía de Cochinos Fidel Castro Playa Girón

Fidel Castro desciende de un carro blindado T-34 durante los combates en playa Girón, dentro de las operaciones de la invasión de Bahía de Cochinos. Fuente: Radio Angulo

La llegada al gobierno del Movimiento 26 de Julio (véase Desperta Ferro Contemporánea n.º 31: La Revolución cubana) estuvo condicionada por dos motivos: primero por la imposición de las armas frente a su enemigo, y segundo por la ambigüedad política que esgrimían gran parte de sus líderes, entre ellos el propio Fidel Castro. Los Estados Unidos apoyaron de manera puntual e importante la campaña guerrillera dirigida por los Castro contra el dictador Fulgencio Batista. La ambigüedad de Castro respecto a sus políticas le granjearon muchas simpatías y apoyos, puesto que todavía no había rastro de un discurso marxista.

El nuevo gobierno comenzó a promulgar leyes para regular la vida del país con reformas profundas, sobre todo en el entramado económico. Esto sin duda afectó de lleno a los Estados Unidos que vieron cómo sus negocios y plantaciones eran primero intervenidas y luego expropiadas. A todo esto, se unió que el azúcar dejó de adquirirse con condiciones estadounidenses para exportarse bajo términos exclusivamente cubanos.

Por otro lado, el derrocamiento de Batista no fue satisfactorio para todos los cubanos de aquella época, algo que es visible en el nutrido número de exiliados que abandonaron la isla ante la llegada de las huestes revolucionarias. Este grupo de exiliados, en su gran mayoría exautoridades de la policía, ejército y miembros del gobierno batistiano se refugiaron en Miami (Estados Unidos). Desde este punto geográfico cercano a Cuba ya empezaron la creación de los primeros movimientos plenamente anticastristas.

Los posteriores acuerdos con la Unión Soviética convencieron de forma definitiva a Estados Unidos de que la nueva Cuba era un peligro para su estrategia global. En el despacho oval de la Casa Blanca se comenzó a tramar una invasión de la isla, para lo que se utilizarían como fuerzas militares a los exiliados residentes en Miami, que a fin de cuentas darían una visión más de “liberación” que de invasión propiamente dicha.

El planteamiento y la brigada 2506

Los recursos materiales de los Estados Unidos y la fuerza humana de los exiliados cubanos serían la fórmula perfecta para poder derrocar al nuevo gobierno revolucionario cubano. El planteamiento de la invasión dio diversas vueltas de tuerca hasta que por fin se presentó un despliegue organizado. En un primer momento, lo que sería la Brigada 2506 no era más que unas pocas decenas de exoficiales del ejército batistiano; el reclutamiento comenzó entre los meses de abril y mayo de 1960[1]. Estas decenas fueron aumentando en número hasta convertirse en una fuerza combatiente a tener en cuenta formada por varios batallones. Las fuentes actualmente nos hablan de un número aproximado de 1200 o 1500 hombres integrados en la Brigada 2506

Mapa Cuba Bahía de cochinos

Mapa de Cuba con la ubicación de bahía de Cochinos. Haz click para ampliar. © Desperta Ferro Ediciones

La Brigada 2506 estaba formada por siete batallones. El primero de ellos lo conformaban paracaidistas que serían lanzados para capturar puntos clave, centrales cercanas. El segundo, quinto y sexto batallones eran unidades de infantería. El tercer batallón era mecanizado. A los brigadistas se les entregaron camiones y también cinco carros blindados M41. El cuarto batallón era una unidad de armas pesadas. Por último, el séptimo batallón quedaría en la reserva y no se movería de su base en Guatemala, a la espera del desarrollo de los acontecimientos.

El despliegue que se pensó en un comienzo fue el de introducir pequeños grupos contrarrevolucionarios en las sierras cubanas, al estilo de lo que había hecho Fidel Castro. Para ello la brigada fue enviada a Guatemala donde fue entrenada en técnicas de supervivencia y de guerra de guerrillas, este entrenamiento duró unas ocho semanas[2]. A finales de 1960 de nuevo se cambió la concepción estratégica. Los asesores estadounidenses abandonaron este tipo de entrenamiento para continuar con técnicas convencionales. Los exiliados cubanos serían entrenados en técnicas convencionales de desembarco anfibio.

Por supuesto el armamento y el material serían entregados por los Estados Unidos. Curiosamente, cuando se estaba planteado la invasión Estados Unidos no quería que se supiera que aquellos recursos entregados eran suyos, por ello dijeron a los exiliados que todo había sido financiado por un millonario cubano anónimo. Sin embargo, los soldados de la Brigada 2506 no tardaron en referirse a este millonario anónimo como “Tío Sam”[3]. El armamento era variado y todo procedía de excedentes militares de la Segunda Guerra Mundial.

Finalmente, la Brigada 2506 tendría el apoyo de la denominada Fuerza Aérea de Liberación, una pequeña fuerza aérea formada por una pequeña escuadrilla de bombarderos B-26. Los pilotos cubanos eran en su mayoría estudiantes con menos de 100 horas de vuelo. No obstante, algunos pilotos fueron reclutados de algunas aerolíneas civiles y que habían pasado fugazmente por las fuerzas aéreas de Batista[4]. Una vez terminados los preparativos, la fuerza militar anticastrista sería trasladada a la Bahía de Cochinos en cinco barcos comprados por la CIA a una empresa cubana.

La invasión de Bahía de Cochinos

La invasión de Bahía de Cochinos se ejecutó en cuatro fases. Las operaciones se iniciaron el 14 de abril de 1961. En un primer momento una pequeña fuerza de 160 soldados tenía que adentrarse desde la zona de Guantánamo para intentar desviar a las fuerzas de Castro hacia el este. Cuando estaban cerca de las costas vieron la luz que parecía que emitían los cigarrillos de grupos milicianos. Al ver esto se dieron la vuelta y abortaron la misión. Ese mismo día los transportes que llevaban a la brigada y los destructores estadounidenses que les protegían tomaron posiciones en frente de las playas de Girón. A los hombres que se encuentran en las embarcaciones no se les dice el lugar de desembarco hasta que están en alta mar.

invasión de Bahía de Cochinos

Soldados del ejército gubernamental cubano avanzan hacia las posiciones enemigas en Bahía de Cochinos parapetados tras varios carros blindados T-34. Fuente: Wikimedia Commons.

El 15 de abril se da inicio a las operaciones aéreas. La escuadrilla de bombarderos B-26 pintados con el color de las fuerzas aéreas cubanas comienza el bombardeo de objetivos en la isla. El primero de estos objetivos era el de eliminar a la pequeña fuerza aérea de Castro. Esto no pudo llevarse a cabo puesto que el gobierno revolucionario había escondido y camuflado las aeronaves a lo largo y ancho de toda la isla. Los daños del ataque fueron relativamente pocos, y la fuerza aérea cubana no quedó destruida[5]. De todos modos, las baterías antiaéreas cubanas estuvieron muy activas, aunque no lograron derribar ningún avión enemigo. Las bombas que cayeron aquel día de madrugada despertaron al comandante Ernesto “Che” Guevara, que declaró: “los hijos de puta nos atacan por fin”[6].

El día 16 de abril, mientras todavía continuaban los bombardeos, hubo una serie de reacciones diplomáticas. Los cubanos acusaron en la ONU a los estadounidenses de estar detrás del apoyo al ataque que estaban recibiendo. Ese día también el presidente John F. Kennedy se negó a inmiscuirse de manera definitiva en la invasión que se estaba llevando a cabo. Kennedy prefirió quedar a la espera de cómo se desarrollaban los acontecimientos. Este mismo día el líder de la revolución Fidel Castro hizo unas declaraciones de suma importancia. Por primera vez desde 1959, Castro reveló la naturaleza socialista de la revolución.

Al día siguiente (17 de abril) comenzó el desembarco de la Brigada 2506. El mismo se llevó a cabo según lo planeado, aunque muy pronto las unidades quedaron copadas por las nuevas fuerzas cubanas, compuestas en su gran mayoría por milicianos equipados con material checo, soviético y belga. Los brigadistas desembarcaron gran cantidad de armamento en la playa, incluidos varios carros blindados M41 que dejaron fuera de combate a un T-34/85 cubano. El día de desembarco también fueron lanzados en transportes C-47 el batallón de paracaidistas. En conjunto, la unidad logró tomar varias pequeñas localidades. Aunque la confusión reinó durante unas horas, Fidel Castro logró reunir medios para taponar la penetración de la brigada. Los revolucionarios se anotaron una victoria contra el buque Río Escondido que fue alcanzado por un Sea Fury[7].

Durante todo el 18 de abril brigadistas y milicianos no dejaron de combatirse. Aunque la Brigada 2506 contaba con morteros, las fuerzas de Castro atacaban la cabeza de playa con piezas de artillería M30 de 122 mm. Sin la ayuda norteamericana los invasores comenzaron a perder el ánimo. Aunque es cierto que ese mismo día lograron rechazar contraataques castristas, no lograron avanzar más allá de sus posiciones. A parte de esto, las milicias y ejército regular cada vez se organizaban y avanzaban más hacia la playa. Los paracaidistas del primer batallón fueron los que más envites enemigos resistieron. A parte del heroísmo que pusieron ambos bandos en los combates, la brigada fue dejada a su suerte por el gobierno estadounidense, pues Kennedy se negó a entrometerse más en la operación.

El día 19 de abril finalmente los contrarrevolucionarios se rindieron en la pequeña zona que controlaban. La falta de apoyo aéreo y provisionamiento condenó a los hombres de playa Girón, que además ya estaban cercados por una cantidad de efectivos gubernamentales muy superiores. Durante las primeras horas de la mañana, los diversos grupos de resistencia se fueron rindiendo al ejército cubano. La gran mayoría de los efectivos de la Brigada 2506 quedaron hechos prisioneros. Los mismos fueron llevados a La Habana donde el trato recibido por lo general fue bueno.

prisioneros invasión bahía de cochinos cuba 1961

Soldados de la Brigada 2506 capturados tras el fracaso de la invasión de Bahía de Cochinos. Fuente: Diario Granma.

Consecuencias

La victoria militar en playa Girón fue a su vez una gran victoria propagandista y política para el régimen revolucionario liderado por Fidel Castro. A nivel propagandístico se anunció que Girón había sido la primera derrota del imperialismo norteamericano. A nivel político, la colaboración anticastrista con los invasores permitió al Movimiento 26 de Julio deshacerse de cualquier oposición, ya que se ordenaron numerosos arrestos. Bien es cierto que más tarde muchos opositores fueron liberados, pero las cabezas de los movimientos habían sido cercenadas.

Los más de 1000 prisioneros fueron intercambiados tiempo después por el pago de una notable cantidad de dinero, sobre todo por los líderes de la expedición, y suministros médicos. Sin embargo, hasta finales de 1960 hubo pequeños grupos de resistencia en las sierras del país. En términos numéricos las pérdidas de la batalla de Bahía de Cochinos no eran muy elevadas. El ejército cubano perdió 161 hombres[8] y tuvo unos 300 heridos. La Brigada 2506 perdió 110 o 120 expedicionarios, además de varios centenares de heridos.    

Bibliografía

  • Anderson, J. Lee (2013): Che Guevara. Una vida revolucionaria. Barcelona: Anagrama. Pg. 479-482.
  • De Quesada, A. (2009): The Bay of Pigs, Cuba 1961. Londres: Osprey Publishing.
  • Rodríguez, Juan C. (2005): Girón, la batalla inevitable. La más colosal operación de la CIA contra Fidel Castro. La Habana: Ed. Capitán San Luis.
  • Thomas, H. (1974): Cuba la lucha por la libertad 1762-1970, Tomo III “La República Socialista 1959-1970”. Barcelona: Grijalbo. Pg. 1729-1751.

Ismael López Domínguez (Valdeobispo, 1995). Graduado en Historia por la Universidad de Alcalá de Henares y estudiante del Máster Interuniversitario de Historia Contemporánea, es miembro fundador y
subdirector de Archivos de la Historia.

Notas

[1] Rodríguez, 2005, p. 49.

[2] Ibíd.

[3] De Quesada, 2009, p. 9.

[4] Ibíd., p. 11.

[5] Rodríguez, 2005, p. 236.

[6] Anderson, 2014, p. 480.

[7] Thomas, 1974, p. 1734.

[8] De Quesada, 2009, p. 46.

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