«Era un hombre nacido para conmocionar a los pueblos e infundir pavor a todo el universo». Así describía el historiador Jordanes en su Gética (35.182) el estremecimiento que causó en Roma, en las décadas centrales del siglo V, la llegada de Atila, terrorífico y exótico líder bárbaro conocido como el Azote de Dios. Tras someter a su autoridad a un ingente número de bárbaros –tanto hunos como godos, alanos y búlgaros, entre otros–, los lanzó cual lobos hambrientos sobre un debilitado Imperio romano. Sus sangrientas correrías afectaron tanto al Imperio de Oriente –cuyo emperador se vio obligado a pagarle tributo– como Occidente –las Galias, Italia–, pasándolo todo a sangre y fuego a su paso y provocando algunos enfrentamientos colosales, como la apocalíptica batalla de los Campos Cataláunicos. Por todo, hay quien argumenta que fue el más feroz de cuantos hasta entonces habían acosado al Imperio. Y, a pesar de que sabemos que los hunos llevaban tiempo relacionándose con Roma, y el propio Atila hablaba griego y latín, este se ha consagrado en el imaginario colectivo como el mayor enemigo de la civilización y epítome de la barbarie.
Índice de contenidos: Atila. Azote de Dios
- La cultura huna y la gran migración del año 370 d.C. por Katalin Escher (Université de Cergy-Pontoise)
- La génesis del imperio huno por Peter Heather (Kings College London)
- Sólo puede quedar uno. El cruce del Danubio por Bleda y Atila (441-446 d.C.) (autor pendiente de confirmación)
- El ascenso de Atila (447 d.C.) por José Soto Chica (UGR)
- El caballo, el arco y el modo de combate de los hunos por Raúl Catalán Ramos
- Atila en Occidente: el cruce del rin (451 d.C.) y la batalla de los Campos Cataláunicos (451 d.C.) por José Soto Chica (UGR)
- Atila en Italia (452 d.C.) (autor pendiente de confirmación)
- La muerte de Atila y la disolución del imperio Huno por Michel Kazanski (CNRS)